Por Juan Graciano Luque/@juangrako 
El movimiento estudiantil sevillano está demostrando ser -a parte de combativo, participativo y frenético- muy creativo. La originalidad y la innovación son dos palabras fundamentales dentro de la institución universitaria. La Universidad es el garante del progreso de una sociedad, y sin originalidad y sin innovación una sociedad no puede caminar. Quizás por eso los universitarios que tras el parón participan en la gran variedad de actividades de #SevillaPara están siendo creativos, rompiendo con la rutina habitual de la Universidad y de una ciudad entera.

La música, instrumento histórico de contestación social, se pone al servicio de los estudiantes en forma de cánticos. Dame tu voz, unete a mí, hay que crear el movimiento estudiantil se ha convertido en el himno que los miles de universitarios de la US y la UPO comparten en asambleas y manifestaciones con una sola voz. Son llamadas a la unión ante el real decreto, ya que son conscientes de que sin aunar esfuerzos es difícil seguir caminando. Por eso también entonan Profesores y estudiantes, unidos y adelante.

Los símbolos son otro reflejo cultural de la creación de un grupo sólido. Si bien esta protesta no se distingue por ningún color, como la marea verde de la educación en Madrid, los universitarios han adoptado un curioso elemento como símbolo. La antorcha con la que hace unos días sumaron a las estatuas sevillanas a su causa, surgió como símbolo gracias al boom de las redes sociales. El perfil de twitter @US_enfurecida pedía antorchas para las manifestaciones y espontáneamente el día 22 de mayo el público respondió. Ahora los estudiantes aceptan el reto de mantener el fuego vivo. La llama de la Universidad Pública está cada vez más débil, pero los universitarios sevillanos se empeñan en mantenerla y en transportala lo más lejos que puedan.

Por último, para romper la rutina habitual de protesta, las perfomances. Con ellas se visualiza la realidad universitaria, los recortes y la crisis de una manera gráfica. Los alumnos de Bellas Artes simbolizaron la elitización de la educación sacando un salón de té a la Plaza de la Encarnación. Con pamelas, tocados y puros saludaban a los viandantes. Bajo ellos el lema: La educación es un derecho, no un lujo. Días más tarde la Facultad de Comunicación recibió a la orquesta de la cabra con la performance Nuevas vías de financiación de la Universidad Pública. Con dos cabritas, un organillo y una guitarra los universitarios versionaron temas del folklore español para la ocasión. Las tasas me han cabreado se leía en un cartel. Ahora, planifican llenar las calles de Sevilla con "universitarios zombie" que caminarán con su título colgado al cuello.